La testosterona y su disminución con la edad
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La testosterona y su disminución con la edad

La testosterona y su disminución con la edad

Junio 25, 2021

La testosterona como sinónimo de virilidad

En la actualidad, son muchos los hombres que buscan aumentar su masa muscular o su función sexual mediante terapias con testosterona. Sin embargo, pese a que esta hormona es esencial en el desarrollo de la virilidad y masa muscular, si no existe un déficit hormonal, su administración no produce estos efectos e incluso puede ser perjudicial.En este artículo, explicamos la importancia de la testosterona y en qué situaciones la terapia con esta hormona es realmente necesaria. Además, mencionamos varios consejos o indicaciones sobre cómo aumentar la testosterona de manera natural.

No es solo una hormona sexual masculina

La testosterona es una hormona esteroidea sexual del grupo de los andrógenos. Es producida principalmente por los testículos en los hombres, siendo la principal hormona sexual masculina. De esta hormona depende el desarrollo de las características masculinas como: el crecimiento del vello facial, púbico y corporal, el desarrollo de los testículos y la próstata, así como el incremento de la masa muscular. Además, es importante en la producción de espermatozoides y ayuda a mantener la libido sexual.

A diferencia de lo que se podría pensar, la testosterona también es importante en las mujeres, siendo los ovarios los principales responsables de su producción. Aunque en las mujeres los niveles de testosterona son inferiores que en los hombres, es esencial para la salud de los huesos y para mantener niveles adecuados de masa muscular. La atención, la memoria y la habilidad espacial son funciones cognitivas afectadas por la testosterona. Además, muchos estudios confirman la importancia de la testosterona en el deseo sexual de las mujeres, sin embargo la terapia con testosterona no está recomendada en mujeres por los efectos secundarios que esta puede causar. El déficit de zinc y de vitamina D pueden generar niveles disminuidos de testosterona, por lo que es importante mantener niveles adecuados de estos nutrientes.

Disminución de la testosterona con la edad o hipogonadismo de inicio tardío (HIT)

Los niveles en sangre de testosterona en hombres experimentan una disminución gradual a medida que aumenta la edad, especialmente a partir de los 40 años, y continúan decreciendo a una tasa promedio del 1.6% por año. La reducción de estos niveles puede no llegar a ser patológica, sino que forma parte del envejecimiento natural o andropausia, manteniendo unos niveles dentro de los rangos normales. No obstante, esta disminución puede llegar hasta niveles de patológicos y, cuando se combina con el descenso de otras hormonas y aparición de síntomas clínicos, afecta notablemente a la calidad de vida del varón y es lo que se denomina como hipogonadismo de inicio tardío (HIT).

Los datos epidemiológicos sobre el número de hombres que padecen esta afección, así como la edad de inicio, no están claros. Sin embargo, se sabe que la prevalencia del HIT es mucho mayor en pacientes con diabetes, obesidad, hipertensión o con disfunción eréctil. En estos casos existen dudas en cuanto a su clasificación como un hipogonadismo secundario (donde los niveles de testosterona podrían recuperarse al controlar la causa de dicha disminución) o un síndrome de HIT agravado por la enfermedad concomitante.

Disminución de la libido, de la masa y fuerza muscular como síntomas más evidentes

El cuadro clínico del HIT es difícil de establecer ya que este síndrome presenta síntomas muy inespecíficos, siendo muy variables entre individuos y no siempre relacionados con las concentraciones en sangre de testosterona.

Se pueden separar los síntomas asociados a la disminución de testosterona en dos:

  • En el primer tipo, se incluyen aquellos relacionados con el área genitosexual, como la disminución de la actividad sexual, la libido, la calidad seminal, la fertilidad o la capacidad de presentar un orgasmo, entre otros.

  • En el segundo, el resto de los síntomas, que incluyen una disminución de la masa y fuerza muscular, de la memoria y función cognitiva, así como aumento de grasa, sensibilidad reducida a la insulina, tolerancia alterada a la glucosa, triglicéridos y colesterol elevados. Estos síntomas de segundo tipo se encuentran en el síndrome metabólico y la diabetes mellitus tipo 2, que contribuyen al aumento de riesgo cardiovascular. El déficit de testosterona también ha sido asociado con alteraciones del estado de ánimo y la salud mental como ansiedad, insomnio o depresión.

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico de los casos de HIT, requieren un minucioso estudio bioquímico con la medición de la testosterona (entre otras hormonas) y la evaluación de los síntomas del paciente. Además, hay que hacer un examen médico completo para descartar que la reducción de esta hormona se deba a otras enfermedades.

El principal tratamiento frente al hipogonadismo es la terapia de reemplazo de testosterona (TRT). Los beneficios de la TRT son múltiples ya que permite restaurar los niveles normales de testosterona, mejorando muchos de los efectos del hipogonadismo entre los que se encuentran:

  • Mejora del deseo, la función y el rendimiento sexual.

  • Aumento de la densidad mineral del hueso.

  • Mejoría de la composición corporal, la masa y la fuerza muscular.

  • Mejoría del estado de ánimo y la función cognitiva.

  • Mejoría del síndrome metabólico, la diabetes tipo 2 y el riesgo cardiovascular

  • Normalización de los niveles plasmáticos de testosterona y sus metabolitos (estradiol y dihidrotestosterona).

  • Reducción de las tasas de mortalidad.

  • Mejoría de la calidad de vida.

Sin embargo, la TRT puede tener efectos adversos, que se incrementan cuando se hace un uso inadecuado de la misma, destacando:

  • Aumento de las mamas o ginecomastia

  • Atrofia testicular e infertilidad

  • Enfermedad tromboembólica por aumento de la hemoglobina y del hematocrito

  • Empeoramiento de los síntomas de la apnea del sueñoToxicidad hepática y tumores hepáticos

Y además esta terapia está contraindicada en:

  • Pacientes con cánceres hormono-sensibles (como el cáncer de próstata o mama)

  • Pacientes con nódulos o induración prostática palpable

  • Pacientes con valores de PSA de más de 4 ng/ml, o superiores a 3 ng/ml cuando exista un elevado riesgo de cáncer de próstata sin una evaluación urológica previa

  • Pacientes con valor del hematocrito elevado (>50%)

  • Pacientes con síndrome de apnea-hipopnea del sueño de carácter severo no tratada

  • Pacientes con síntomas miccionales severos, insuficiencia cardiaca sin tratamiento, infarto agudo de miocardio o ictus reciente, trombocitosis...

Por tanto, es muy importante considerar que los criterios para iniciar tratamiento sustitutivo con testosterona deben estar claramente definidos con el objetivo de minimizar los riesgos y obtener el máximo beneficio posible.

Lejos de un tratamiento antienvejecimiento

En los últimos, años la suplementación con testosterona ha aumentado considerablemente, llevando consigo un uso excesivo e inadecuado de este tratamiento. La principal causa de ello es la publicidad engañosa, donde se vende como un fármaco antienvejecimiento, prometiendo cambios radicales en la calidad de vida del hombre con un aumento de la función sexual, mejora del estado de ánimo o aumento de la masa muscular. Sin embargo, estos beneficios solo se logran cuando existe un verdadero déficit, por lo que si los niveles de testosterona se encuentran dentro de los rangos normales, el suministro de testosterona no va a tener ningún efecto beneficioso, es decir, no va a conseguir los milagros prometidos por las campañas publicitarias que tanto incitan a los hombres a hacer uso de estos tratamientos. Además, tal y como hemos citado anteriormente, sus efectos en estos pacientes podrían ser negativos, como la aceleración del cáncer de próstata preexistente o incluso, aunque pueda parecer paradójico, infertilidad.

Es importante aclarar que los síntomas que produce el hipogonadismo son inespecíficos y pueden tener un origen multifactorial, por lo que el déficit de testosterona puede ser uno de los factores que puede agravar los síntomas o ser un simple marcador de deterioro de la salud. En estos casos el tratamiento de reemplazo hormonal tendrá una alta probabilidad de ser ineficaz y de presentar efectos secundarios, principalmente en el anciano.

¿Se puede aumentar la testosterona de forma natural?

En pacientes con déficit de testosterona agudo que precisen tratamiento sustitutivo, es muy difícil pensar que pueden aumentar sus niveles de testosterona de forma natural con actividad física y es más, el déficit de testosterona va a dificultar mucho la realización de actividad física. Sin embargo, según algunos estudios, podrían existir formas de aumentar la testosterona de forma natural en personas sanas.

La forma más segura y eficaz de aumentar los niveles de testosterona es la realización de ejercicio de fuerza. Para ser efectivo, es importante que el entrenamiento esté adaptado a tus características individuales y que sea lo suficientemente exigente, pero que sea posible mantener en el tiempo sin provocar fatiga excesiva o sobreentrenamiento.

Además, el sobrepeso (IMC>25) es un factor de riesgo independiente para tener niveles de testosterona bajos (además de resistencia a la insulina y riesgo cardiovascular), por lo que una pérdida de peso sería beneficiosa.

Otro aspecto importante para mantener buenos niveles de testosterona es el control y disminución del estrés, ya que niveles elevados de cortisol inhiben la secreción de testosterona. Ejercicios de relajación como la respiración diafragmática, la meditación o el yoga pueden ayudar a manejar el estrés.

Algunas revistas y blogs de nutrición o deporte afirman que ciertos alimentos, vitaminas o suplementos pueden aumentar los niveles de testosterona, sin embargo, la mayoría de estas afirmaciones están incompletas o incluso no están sustentadas por estudios científicos que lo verifiquen.

Por otro lado, la vitamina D y el zinc son importantes para la síntesis de testosterona, y un déficit de estos micronutrientes puede llevar a niveles bajos de esta hormona. En estos casos, la suplementación sí podría ayudar, sin embargo, para una persona con valores normales de vitamina D o zinc, probablemente la suplementación no tendría efecto alguno sobre los niveles testosterona.

Otros dos suplementos cuyo uso está ampliamente extendido en el ámbito del deporte son el Tribulus terrestris, el DHEA o el fenogreco.

El Tribulus terrestris es una planta usada en la medicina tradicional asiática a la que se le atribuyen propiedades afrodisíacas. Aunque ciertos estudios clínicos han comprobado sus efectos en el aumento de la libido, la literatura científica apunta a mecanismos distintos al aumento de la testosterona, por lo que su uso con este fin sería ineficaz.

Por su parte, el DHEA (dehidroepiandrosterona) es un precursor de las hormonas sexuales que el cuerpo produce de forma natural y que es usada por muchas personas que buscan un aumento de su masa muscular. Sin embargo, la mayoría de ensayos clínicos indican que es inefectivo para este fin. Por el contrario, la suplementación con DHEA puede producir efectos secundarios y presenta interacciones con muchos medicamentos. Además, su uso está prohibido en competición por la Agencia Antidopaje Mundial.

Por último, el fenogreco (planta presente en Asia y el sur de Europa) es de los pocos suplementos que han demostrado ayudar al aumento de los niveles de testosterona en ensayos clínicos. También parece ayudar a reducir los niveles de glucosa y colesterol y aunque su uso parece seguro en personas sanas, como ocurre con la mayoría de suplementos, su seguridad a largo plazo no está evaluada.

Recuerda, antes de tomar cualquier suplemento es recomendable consultarlo con tu médico o especialista de referencia, ya que algunos pueden estar contraindicados en algunas patologías o producir efectos adversos inesperados.

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