Estreñimiento crónico ¿Cuáles son sus causas más frecuentes?
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Estreñimiento crónico ¿Cuáles son sus causas más frecuentes?

Estreñimiento crónico ¿Cuáles son sus causas más frecuentes?

Agosto 18, 2021

El estreñimiento, uno de los síntomas gastrointestinales más comunes

El estreñimiento es un trastorno intestinal en el que los pacientes experimentan dos o más síntomas de los siguientes:

  • Poca frecuencia en las deposiciones (menos de 3 veces por semana)

  • Dificultad o dolor para evacuar las heces

  • Heces duras, secas o grumosas

  • Sensación de defecación incompleta

  • Sensación de bloqueo / obstrucción al querer hacer una deposición.

Aunque el estreñimiento ocasional o agudo es muy común (dura unas semanas), muchas personas experimentan estreñimiento crónico, que dura más de 3 meses, puede prolongarse durante toda la vida y puede interferir en su capacidad para realizar sus tareas diarias. El estreñimiento crónico se considera como el sexto síntoma gastrointestinal más común, afectando alrededor del 15-30% de los adultos.

El estreñimiento afecta unas 1,5 - 3 veces más a mujeres que a hombres, lo que ocurre especialmente durante el embarazo debido a los cambios hormonales. Además, suele ser más frecuente en personas de edad avanzada (mayores de 60-65 años).

Si los síntomas previamente mencionados están presentes en más del 25% de las deposiciones durante los últimos 3 meses y no se detecta ninguna enfermedad que lo pueda estar causando, se diagnostica en los pacientes Estreñimiento crónico funcional o primario (ECF). En el caso de que exista dolor abdominal y/o hinchazón podría tratarse de un Síndrome de intestino irritable (SII) con predominio de estreñimiento, donde se dan síntomas similares a los anteriormente mencionados. Por otra parte, se encuentra el estreñimiento crónico secundario a ciertas enfermedades o medicamentos, que se explican con más detalle en apartados posteriores.

No defecar todos los días no es estreñimiento

Existe la creencia popular de que una correcta salud gastrointestinal se asocia con al menos una evacuación por día. Esto puede lleva a algunas personas al consumo de laxantes sin prescripción médica sin necesidad, siendo esto innecesario e incluso perjudicial para la salud.

De forma habitual, se considera que está dentro de lo normal defecar como mínimo unas 3 veces por semana y como máximo 3 veces al día. Son numerosos los factores que influyen en las veces en las que una persona necesita ir al baño, como son: la dieta, la cantidad de agua ingerida, el consumo de ciertos medicamentos, el estado psicológico y emocional, el tipo de trabajo, etc. De este modo, si el número de tus deposiciones no es menor a una cada tres días o unas tres deposiciones por semana, entonces no tienes por qué preocuparte, esto no significa que sufras estreñimiento, sino que tu sistema digestivo tiene un ritmo distinto.

Además, como hemos dicho al inicio de este artículo, no solo hay que tener en cuenta la frecuencia de las defecaciones para diagnosticar el estreñimiento, sino también la facilidad o dificultad al evacuar (el esfuerzo excesivo se asocia al estreñimiento), así como la consistencia y forma de las heces, entre otros aspectos.

Estreñimiento crónico primario y secundario

El estreñimiento puede producirse por múltiples causas y puede clasificarse en dos tipos: estreñimiento crónico primario o funcional (ECF) y estreñimiento crónico secundario. El estreñimiento crónico primario suele deberse a un mal funcionamiento del intestino delgado, recto o músculos pélvicos, lo que provoca un tránsito lento y/o trastornos defecatorios, originando algunos de los síntomas previamente mencionados. Puede ocurrir que:

  • El intestino delgado no se contraiga adecuadamente y no genere los movimientos necesarios para hacer avanzar las heces hasta el recto.

  • El recto no tenga sensibilidad (hiposensibilidad rectal) o sea demasiado grande (megarrecto) y por tanto, cuando le llegan las heces no las detecta y no genera la sensación de ganas de evacuar, acumulándose así las heces en el recto.

  • Los músculos pélvicos no coordinen correctamente la relajación-contracción (disinergia defecatoria), sean muy débiles o exista una alta presión anal en reposo (anismo). Todo ello no permite una correcta evacuación.

Por otra parte, el estreñimiento crónico secundario aparece como consecuencia de una enfermedad subyacente o al consumo de distintos medicamentos. A continuación, hablaremos sobre ello.

Celiaquía, diabetes o alteraciones de la tiroides y otros factores de riesgo para el estreñimiento crónico

El estreñimiento crónico secundario se produce en pacientes que padecen distintos tipos de enfermedades o afecciones como son:

  • Enfermedades metabólicas/endocrinas: diabetes mellitus, hipotiroidismo, hiperparatiroidismo, celiaquía (especialmente en niños), hipercalcemia (niveles elevados de calcio), hipopotasemia (niveles reducidos de potasios), hipomagnesemia (niveles reducidos de magnesio), uremia (concentración elevada de urea en sangre), deshidratación, insuficiencia renal crónica, intoxicación por metales pesados.

  • Enfermedades neurológicas: esclerosis múltiple, enfermedad de Parkinson, Ictus o accidentes cerebrovascular, lesiones de la médula espinal, enfermedad de Hirschsprung o megacolon agangliónico congénito etc.

  • Enfermedades del intestino: cáncer de colon, enfermedad Inflamatoria Intestinal, (especialmente la Enfermedad de Crohn), colitis isquémica, rectocele.

  • Enfermedades sistémicas: esclerodermia, amiloidosis, distrofia miotónica.

  • Trastornos de la conducta alimentaria: sobrepeso u obesidad.

Además, el consumo de ciertos medicamentos y suplementos dietéticos se encuentra también asociados al desarrollo y empeoramiento del estreñimiento secundario, como pueden ser:

  • Analgésicos opiáceos (como la codeína) y analgésicos narcóticos.

  • Fármacos con efectos anticolinérgicos (antiespasmódicos, anfetaminas, antidepresivos tricíclicos, antipsicóticos, antiparkinsonianos o fármacos para el Parkinson).

  • Antiácidos que contengan calcio o aluminio.

  • Antiinflamatorios no esteroideos (AINEs).

  • Medicamentos para la alergia, como antihistamínicos.

  • Suplementos de hierro.

En último lugar, pero no menos importante, destacan ciertos cambios en el estilo de vida o hábitos diarios que se consideran también factores de riesgo o desencadenantes del estreñimiento. Es el caso de una baja ingesta de agua, escasa actividad física, consumo reducido de fibra, largos viajes, cambios en la dieta, etc. Esta es la causa por la que muchas personas padecen estreñimiento en verano, es decir, estreñimiento agudo o transitorio. Si bien, si estos hábitos se prolongan en el tiempo, puede desarrollarse un estreñimiento crónico.

Consecuencias del estreñimiento crónico

El estreñimiento crónico no produce en general consecuencias graves para la salud. Sin embargo, a largo plazo puede desencadenar la aparición de ciertas complicaciones como son:

  • Complicaciones anales como fisuras o hemorroides, es decir, dolor o aparición de sangrado al defecar. En algunas ocasiones el paciente debe someterse a un tratamiento quirúrgico, aunque suelen ser operaciones menores y sin complicaciones.

  • Divertículos del colon. Son pequeñas bolsas en la pared del colon que pueden aparecer por el aumento de presión en el interior del colon. Aparecen más allá de los 50 años y la proporción aumenta con la edad. Pueden no producir ningún síntoma y no es un trastorno grave. En una minoría de casos puede infectarse o sangrar.

Evaluación clínica y diagnóstico

El estreñimiento no es una enfermedad en sí misma, sino un síntoma que expresa una anomalía en el hábito defecatorio normal, por lo que la evaluación clínica y el diagnóstico se ha de realizar con la información que aporta el paciente en cuanto a:

  • Número de deposiciones a la semana.

  • Esfuerzo que requiere la deposición.

  • Consistencia de las heces.

  • Si experimenta sensación de bloqueo anal durante la defecación.

  • Si experimenta sensación de evacuación incompleta.

Además, el médico debe buscar otros síntomas relacionados como son pérdida de peso, duración del estreñimiento, dolor de estómago, sangre en las heces, dolor anal con la deposición, así como el uso crónico de medicamentos. También es importante saber los hábitos del paciente: características de la dieta y su contenido en fruta, verdura y fibra integral, ejercicio, tipo de trabajo, presencia de estrés, etc.

En muchos casos de estreñimiento no son necesarias pruebas diagnósticas, sobre todo si se da en personas jóvenes, que están estables y se asocia a una falta de ejercicio o una dieta inadecuada en contenido de fruta y verdura. Si bien, muchas veces resulta útil realizar un análisis de sangre en el que es importante medir algunos marcadores como son la glucosa sérica en ayunas, la hormona estimulante de la tiroides (TSH) o los niveles de calcio y hierro. Esto permite identificar si hay problemas del metabolismo que puedan ser causa de estreñimiento, como diabetes, problemas de tiroides o anemia. Desde Melio ofrecemos distintas pruebas analíticas que miden estos marcadores y que pueden ser útiles en estos casos como son el Perfil esencial, el Test de resistencia a la insulina, el Perfil tiroideo, el Test de anemia… o el Perfil Plus, que es el Perfil más completo con todos los marcadores mencionados.

Sin embargo, hay situaciones en las que el médico recomendará una serie de pruebas encaminadas a detectar si el estreñimiento es secundario a un problema más grave. Esto sucede cuando aparecen los llamados signos de alarma, que son:

  • Presencia de sangre en las heces.

  • Pérdida de peso sin ningún otro problema que lo justifique.

  • Historia familiar de cáncer de colon.

  • Inicio del estreñimiento en edad superior a 50 años.

  • Estreñimiento que no mejora con reajuste de la dieta y con tratamiento laxante.

En estos casos se recomiendan pruebas adicionales como son la colonoscopia (para visualizar el interior del colon y descartar un cáncer), prueba de expulsión del balón rectal (para estudiar alteraciones en las funciones anorrectales normales), manometría rectal (para evaluar la maniobra en la defecación) o cálculo del tiempo de tránsito colónico. Qué prueba se ha de realizar y en qué momento dependerá de la característica de los síntomas, la respuesta al tratamiento laxante y la opinión del médico.

¿Cómo manejar el estreñimiento? Tratamiento y prevención

La medida fundamental para prevenir el estreñimiento y la primera medida del tratamiento es llevar una vida saludable, que incluya:

  • Dieta saludable, con consumo de alimentos ricos en fibra que se encarga de absorber agua en el intestino para que las heces tengan la consistencia adecuada y puedan ser expulsadas con facilidad. Los alimentos ricos en fibra son: frutas y verduras, pan, frutos secos, legumbres, etc.

  • Ingesta abundante de líquidos, al menos 1’5-2 litros diarios

  • Mantener una rutina de ejercicio. La actividad física es fundamental para mantener al metabolismo activo y para mantener el tránsito intestinal en óptimas condiciones. Con 30-40 minutos al día de ejercicio moderado es suficiente para ayudar a regular la función del intestino. Además si lo practicas durante las primeras horas del día te ayudará a activar el movimiento intestinal

  • Tener un horario preestablecido para ir al baño y evitar aguantarse las ganas de defecar.

Además de esas medidas higiénico-dietéticas, existen ciertos tratamientos como los laxantes, tanto orales como en forma de enemas o supositorios. Algunos laxantes se pueden comprar en la farmacia sin receta médica, pero se recomienda solicitarlos tan solo de forma esporádica y durante no más de 4 días. Con algunos laxantes, los tratamientos prolongados pueden producir tolerancia (acostumbramiento) a la acción laxante y dependencia (necesidad) de éste para conseguir la evacuación, así como trastornos en el metabolismo hídrico y electrolítico. Si durante más de 4 días los síntomas persisten, acudir al médico.

Por otra parte, existen alternativas no farmacológicas para el tratamiento del extreñimiento crónico. La técnica denominada biofeedback anorrectal o reeducación esfinteriana, ayuda a pacientes a los que se detectan alteraciones en la maniobra de la defecación y se enseña a realizarla adecuadamente. También existen tratamientos de fisioterapia (masajes específicos sobre el colon) que alivian el estreñimiento crónico. Recientemente una empresa española (MOWOOT) ha diseñado un dispositivo médico con forma de cinturón que realiza este masaje de forma automática, estimulando el intestino grueso y facilitando así el tránsito intestinal.

Finalmente, de forma excepcional, existen ciertos tratamientos quirúrgicos (como la colectomía) para tratar casos de estreñimiento muy graves.

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