¿Qué son las infecciones de transmisión sexual (ITS)?
Las infecciones de transmisión sexual (ITS) son aquellas que se transmiten de una persona a otra fundamentalmente a través del contacto sexual. Detectarlas pronto es de gran importancia ya que con frecuencia son asintomáticas o presentan una sintomatología leve que puede pasar desapercibida en las fases iniciales tras el contagio: esto dificulta la prevención de la transmisión y el inicio del tratamiento, lo que puede hacer que evolucione hacia una enfermedad con complicaciones muy graves.
Estas enfermedades están muy presentes en la población general y actualmente existe un repunte en el número de casos diagnosticados, especialmente entre la gente joven: el 90% de los pacientes diagnosticados de una ITS tienen entre 15 y 30 años y de estos, el 30% son menores de 20 años.
Manifestaciones de la infección por Chlamydia
La bacteria Chlamydia trachomatis es responsable del mayor número ITS en ambos sexos a nivel mundial.
Tras el contacto sexual de riesgo, aparece:
La fase de incubación que varía entre 3 - 12 días y en el que la persona se encuentra asintomática.
Tras este periodo, suele aparecer una úlcera en el lugar de contacto (vagina, ano, cavidad oral) que puede exudar y ser dolorosa, acompañada de adenopatías (cadenas ganglionares inflamadas) que habitualmente son dolorosas.
Posteriormente, puede producir inflamación en otros órganos siendo la causante en gran parte de las ocasiones del cuadro de uretritis (inflamación de la uretra) en ambos sexos.
En la mujer, además, es responsable de episodios de cervicitis, endometritis, salpingitis (inflamación del cérvix, endometrio y trompas de Falopio respectivamente) y del desarrollo de enfermedad inflamatoria pélvica si no es tratado a tiempo. Esta enfermedad consiste en la inflamación de todo el aparato reproductor femenino y puede producir complicaciones graves a largo plazo, como infertilidad y aumenta el riesgo de embarazos ectópicos.
En hombres, además de uretritis, la infección por Chlamydia trachomatis puede producir epididimitis, prostatitis y proctitis (inflamación del epidídimo, próstata y recto).
Además, si el recién nacido se infecta de la madre durante el parto, puede desarrollar conjuntivitis al contacto con los ojos y/o neumonía.

Cómo se diagnostica y se trata la infección por Chlamydia trachomatis
El diagnóstico se puede realizar de diversas formas, entre ellas mediante un test serológico que consiste en la extracción de una analítica para valorar si existen anticuerpos frente a Chlamydia trachomatis. Otras pruebas disponibles para esta infección son la PCR de la bacteria en orina, cultivo en casos de infección anorrectal, test rápidos y detección de antígenos.
Si se diagnostica la infección por esta bacteria, se debe completar el estudio de infecciones de transmisión sexual porque es muy frecuente que se produzcan varias a la vez y comunicar esta información a las parejas sexuales.
El tratamiento de la infección por Chlamydia trachomatis es la antibioterapia. Entre los fármacos más habituales se encuentran la doxiciclina, azitromicina y levofloxacino.
Autora: Nuria Valdeolivas . Doctora de Melio, especialista en medicina interna.
Referencias
Manual de Diagnóstico y Terapeútica médica. Hospital Universitario 12 de Octubre. Capítulo 40. Infecciones de transmisión sexual. Vanessa Gallardo Moneva. María Pilar Hernández Jiménes. Manuel Lizasoain Hernández. 2016.
Harrison. Principios de Medicina Interna. Capítulo 115. Enfermedades de transmisión sexual: resumen y estudio clínico. Kasper, Braundwald, Fauci, Hauser, Longo Jameson, Harrison. 16ª edición. Volumen I.
Documento de consenso sobre diagnóstico y tratamiento de las infecciones de transmisión sexual en adultos, niños y adolescentes (marzo de 2017). Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas (SEIMC)
Panorama actual de la epidemiología, diagnóstico y tratamiento de las infecciones de transmisión sexual (noviembre de 2007). Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas (SEMIC)